Un centenar de senderistas de Saldeana abren la temporada de marchas en Las Arribes del Huebra

Fuente: La Gaceta de Salamanca

La ola de frío es una minucia para los caminantes de Saldeana. Ni tiritonas, ni abrigos, ni nada por el estilo, en mangas de camisa hicieron muchos de ellos la ruta senderista por Las Arribes del Huebra. Y no por un exceso de valentía, por el fervor de su gente, sino porque esta espectacular marcha discurre por unos parajes en los que por momentos se pasa de quince grados mientras el resto de Salamanca tiembla bajo cero.

Un centenar de personas pudieron disfrutar de este microclima privilegiado por los parajes inhóspitos de Saldeana. Aquí Las Arribes dibujan acantilados, riscos y peñascales que muchos todavía no han llegado a descubrir. Más allá de los granitos inmemoriales, surge la silueta del Huebra como la de un reguero de oro que serpentea por entre las peñas. Más lejos todavía, al final de la marcha, esperaba a los excursionistas el castro prerromano de Saldeana, punto y seguido de la marcha.

Allí mismo pudieron saborear todos los participantes una copiosa comida ofrecida por la organización. A la vuelta del recorrido, de una dificultad no muy elevada a pesar de los desniveles, el alcalde de Saldeana, Elías Pérez Amaro, todavía recordaba la estupenda comida que se preparó para celebrar el fin del camino. ´Allí hubo del cerdo lo mejor: secreto, panceta y todo lo que se quisiera´, rememoraba Elías sobre una estupenda mañana de fiesta en plena naturaleza. Son las de Saldeana unas Arribes diferentes, únicas, ya lo dicen ellos: ´¡No hay Arribes como las del Huebra!´.

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