Fuente: Salamancartvaldia.es 2014-09-09

Para orgullo de los miezucos, la tradición de las Madrinas se encuentra en Mieza más viva que nunca. Hasta cinco roscas de almendra, auténticas obras de arte, fueron entregadas a la Virgen del Árbol en el acto central de estas fiestas, momento en el que brilló el baile de la rosca y en el que cabe estacar la actitud desprendida de los vecinos para con su Patrona, pues hasta 500 euros fueron recaudados en la popular subasta protagonizada por Anselmo Conde.

Pero antes de este arraigado momento entre los miezucos, el día grande de estas celebraciones comenzaría en la mañana con la procesión de la Virgen desde la ermita a la iglesia parroquial, acto al que seguiría la misa y el correspondiente convite ofrecido por el Ayuntamiento y que estuvo precedido de la actuación del grupo de majorettes Náyade, de Vitigudino, que ofrecieron un entretenido acto con sus bonitas coreografías.

Ya en la tarde y con un cielo amenazante tendría lugar el Rosario, para continuar con la popular ofrenda de roscas a cargo de las madrinas, en esta ocasión cinc aunque solo una de ellas casaderas, como manda la tradición: las hermanas Humildad y Manuel García Carreto, Mª del Pilar Calvo, Ángela Martín Vicente y Silvia Delgado.

Bajo el pasacalles interpretado por Leonardo Alburquerque con la gaita y el tamboril, el alcalde de la localidad, Lorenzo García Paco, luciendo el bastón municipal, acompañaba a la mayordoma de este año, Isabel Martín Vicente, para recibir a cada una de las madrinas en calles diferentes que confluyen en el ágora miezuca. Con el saludo a modo de reverencia comenzaba el pasacalles de regreso a la plaza, para concluir con la ofrenda de sus roscas a la Patrona, acto en el que cada Madrina se hace acompañar de su familia.

Con el ofertorio finalizado comenzaba el baile de la rosca, danza tradicional de este día junto al baile de la bandera. En esta ocasión, interpretada por Azucena Sánchez y Macario Carreto, un clásico en este acto y que tuvieron a ´Luci´ a los mandos de la gaita y el tamboril. Tras finalizar el tradicional baile de casados llegaba la bandera, danza que fue interpretada por no pocos vecinos y algunos de ellos que apenas levantaban ´un palmo´ del suelo, por lo que se puede asegurar que la tradición tiene en Mieza el futuro asegurado. Cada cual hizo su propia interpretación de las notas que salían de la gaita y el tambor del tamborilero de Barruecopardo, por la voluntad es lo que cuenta.

Una vez se dio por finalizado el baile de la bandera, Anselmo Conde García salía de nuevo como subastador de las cinco roscas, dulces de almendra que alcanzarían precios de entre 80 y 105 euros, así hasta lograr 455 euros para la Parroquia, además de 50 euros más por la subasta de bollos de pan, por lo que la alegría del párroco, Víctor Sevillano, era mayor que de costumbre.

Los actos de esta tarde concluirían con la procesión de la Virgen de regreso a la ermita del cementerio donde, además, se produciría el cambio de varas a favor de los nuevos mayordomos. La jornada festiva concluiría con una nueva verbena, en esta ocasión amenizada por la orquesta Kronos.