Fuente: La Gaceta de Salamanca 2011-09-12

Si el domingo fueron las roscas, este lunes le llegó el turno a la paella en Villares de Yeltes. Tan sabroso un manjar como el otro, pero en esta ocasión no hubo ni subastas ni nada por el estilo, que la comida era para todos y la única puja que tocaba era la que se daba por encontrar un buen lugar a la sombra donde sentarse a comer. Se diría que ayer todos los vecinos de Villares de Yeltes, y también algún que otro forastero, pasaron por la plaza Mayor para saborear la comida ofrecida por el Ayuntamiento.

Jóvenes y mayores, en familia o con la peña; el caso es que no hubo nadie que se quedara sin su ración. Con hospitalidad recibían los vecinos a todo el que se acercaba por el pueblo, un refresco para mitigar el calor y un plato siempre a punto. Por centenares se contaban las raciones que se repartieron este lunes en Villares, todas ellas muy copiosas y desprendiendo un olor que alimentaba.