Fuente: La Gaceta de Salamanca 2012-02-09

Con miedo estaban los de Saldeana de que, un día de estos, se les viniera el cielo encima. Un gran nido de aproximadamente 200 kilos que las cigüeñas habían plantado en lo alto de la espadaña de su iglesia amenazaba con provocar un derrumbe en cualquier momento. Ante el riesgo de un accidente y también de daños irreparables en el templo de Santiago Apóstol, los vecinos solicitaron la ayuda de los bomberos voluntarios de Lumbrales para retirar el nido y así poder volver a pasar por delante de la iglesia sin mirar recelosos hacia las alturas.

Parte del nido de cigüeña ya se había vencido sobre el tejado del edificio. A las goteras que de vez en cuando se originan en la techumbre había que sumar últimamente el riesgo de que las ramas provocaran la rotura de las tejas, tal y como señalaron fuentes del Ayuntamiento. Desde la calle resulta fácil apreciar además la notable inclinación que presenta la espadaña, algo que el gran peso del nido no había hecho más que aumentar.

La maniobra de los bomberos de Lumbrales comenzó a primera hora de la tarde. Como declaró Jesús Manuel González, uno de los participantes en la intervención: ´Retirar el nido fue más peligroso de lo que pensábamos, allí en lo alto de la iglesia se notaba mucho más el viento y teníamos que sujetarnos muy fuerte para evitar cualquier riesgo de caída´. Fueron cuatro los bomberos que participaron en la limpieza del nido. Mientras dos sujetaban la escalera y aportaban el material, otros dos se encaramaban a lo alto de la espadaña para, poco a poco, ir echando a tierra el denso entramado de ramas, hierbas y plumas que dispersó el viento por las calles.

Tras completar la retirada del nido, del que no dejaron ni rastro en la espadaña, los bomberos afianzaron también medio arco de un campanario que se encontraba suelto. Dicen los de Saldeana que este año todavía no se ha dejado ver mucho la cigüeña por el pueblo. De lo que no hay duda es de que, a partir de ahora, después de ver volar su nido de 200 kilos, pasará mucho tiempo hasta que la cigüeña vuelva a rezar en lo alto de la iglesia de Saldeana.