La llegada del tren G.P. anima la actividad facendera de la Asociación Tod@vía

Fuente: Lasarribesaldia.es

Las Arribes ya tienen tren. No es un Talgo ni tampoco aquel que con su vapor iluminaba el puente del Poyo Valiente. Se llama G.P., siglas de Geli y Pura, y su corazón es el motor de un Seat 127, aquel de color crema que Ángel Tabernero paseó por todo el Abadengo. Es el nuevo tren de Las Arribes, una pequeña ‘locomotora’ con vagón de viajeros incorporado y que hoy se ha sumado a las tareas de desbroce que realizan los integrantes de la Asociación de Frontera Tod@vía.

El artilugio, sin duda es un ejemplo de las posibilidades que ofrece la línea férrea La Fuente de San Esteban-Barca d’Alva; humilde, sí, pero todo voluntad, y contra esa virtud pocos son los muros infranqueables, por ahora zarzas y escobas, aunque solo es cuestión de tiempo que toque sortear tapias mayores, porque este es solo el principio hacia donde un grupo entusiasta de la vía es capaz de llegar.

Con el tren G. P. los voluntarios de Tod@vía reiniciaban de nuevo esta mañana la actividad ‘facendera’ sobre la línea férrea. El punto de reunión era la estación de Lumbrales, y el objetivo, el puente de San Pedro, en el término de Olmedo de Camaces. Cuatro kilómetros de trazado ferroviario tupido de zarzas y escobas, con lo cual ante la difícil tarea y la escasez de personal, el reto se convirtió en un imposible.

Pasadas un poco las diez de la mañana comenzaba a escucharse el rugido de las desbrozadoras y las motosierras, más sutil era el sonido de los golpes de los calabozos y corvillos, pero cada cual hacía su tarea para descubrir los viejos raíles que hacían de guía durante las primeras incursiones del nuevo tren. Este es solo el principio.

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