Fuente: La Gaceta de Salamanca 2012-05-12

A las monjas de clausura del convento de la Pasión en San Felices de los Gallegos no les va a resultar fácil conciliar el sueño durante todo el fin de semana. Este viernes comenzaron las fiestas de El Noveno y, justo al lado del monasterio, han montado su garito algunas peñas dispuestas a que el jaleo no decaiga ni por un instante. Tras la primera toma de contacto con las calles, tras el desembarco de los mozos por doquier, lo mejor de El Noveno todavía está por venir.

La tarde del viernes sirvió para irle cogiendo la medida a la plaza de carros con una capea de cuatro vaquillas que, después de darse unas vueltas por la arena, no tardaron mucho en guardarse en los corrales. Era pues el momento de volver a encontrarse con los colegas de las peñas, de apurar la bota de vino y sosegarse un poco a las tantas de la noche después de haber pasado todo el día al borde de un ataque de nervios. Pero eso, como decía el otro, ya ha pasado. El sábado toca madrugar para estar antes de las nueve de la mañana en la plaza por el toro del aguardiente. Después vendrá el plato fuerte, el encierro a caballo de más de cuatro kilómetros campo a través con los novillos de la ganadería de Barcial, los ´Patas Blancas´. Serán ya entonces más de las doce del mediodía. Y, por la tarde, para el que siga con hambre de toros, la novillada y el desencierro.