Fuente: La Gaceta de Salamanca 2012-08-06

La cadencia del tamboril se hizo notar una vez más de una punta a otra de Lumbrales. Pasadas las ocho de la tarde, arrancó el pasacalles que habría de conducir a todos los grupos desde la plaza de la biblioteca hasta las tablas de la Plaza Mayor. Música de la tierra que testimoniaba que la capital de El Abadengo se encontraba celebrando la octava edición del Festival Folclórico que todos los veranos consigue reunir a una buena representación de los bailes tradicionales que todavía se conservan en Salamanca y también más allá de la provincia.

Una vez más, la fiesta estuvo dirigida y comandada por los anfitriones de la agrupación Santa María de Liminares. Vistiendo sus trajes de charros, muchos niños y niñas entre todos ellos, fueron los primeros en subirse al escenario de la Plaza Mayor para ofrecer una buena muestra de los bailes marcados por el compás del tamboril y la gaita. Tras ellos, surgieron con toda su fuerza los chicos del grupo de paleo de Saucelle para llevar a escena su frenética danza. Finalmente, las cacereñas del grupo folclórico Marmionda, de Portezuelo, también quisieron mostrar al público sus bailes más típicos.

Los vecinos de Lumbrales volvieron a responder a la llamada del Festival Folclórico, ocupando gran parte de los tendidos que ya se han instalado en la Plaza Mayor a la espera de las fiestas de mediados del mes de agosto. Al fin y al cabo, se trataba de volver a escuchar y ver danzar esa música que siempre ha marcado el carácter de los charros.