Fuente: La Gaceta de Salamanca 2012-08-22

Con un sabor muy taurino. La última jornada festiva de las emblemáticas fiestas de los toros del municipio del oeste salmantino de Lumbrales dedicó un gran protagonismo, como no podía ser de otro modo, al último encierro. La gran pericia de los caballistas en el manejo de la garrocha volvió a conseguir que ninguno de los bien presentados novillos que participaron en el acto no se descolgasen de la manada, que avanzó muy rápidamente entre las calles del municipio del Abadengo. Aunque con la excepción propiciada por alguno de los animales que respondió a las llamadas de los numerosos recortadores que este martes, como todos los días, han venido participando en todos los encierros, los astados no se demoraron mucho tiempo en entrar en los toriles.

Tras el encierro, el Ayuntamiento procedió a la suelta de cuatro vaquillas para el deleite del numeroso público que abarrotaba también las talanqueras y los muchos aficionados que no se perdieron esta última cita taurina.
Pese a que los frenéticos días de fiestas ya celebrados ´se han cobrado ya muchas bajas en todas las peñas´, tal y como bromearon ayer diferentes miembros de los grupos, lo cierto es que las cuadrillas ayer volvieron a estar a la altura de las circunstancias y, aunque con la energía en mínimos, no cesaron en su esfuerzo de caldear el extraordinario ambiente festivo.

Despedida, en definitiva, apoteósica de una edición que el Consistorio de Lumbrales, de la mano de su alcalde, Pedro Sánchez, y de todo el equipo de Gobierno, ha conseguido llevar a lo más alto, con un programa de una gran calidad.