Fuente: La Gaceta de Salamanca 2012-09-16

No se hicieron de rogar este sábado los toros en Barruecopardo. A la hora marcada, ni un segundo de retraso, en el mejor horario previsto, soltaron a la manada desde lo alto del pueblo para dar inicio al primer encierro de las fiestas patronales en honor del Santísimo Cristo de las Mercedes. A la una de la tarde clavadas, con el visto bueno de la autoridad, enfilaron los cabestros y las reses de Rollanejo el camino de descenso hasta la plaza de toros. Un encierro vertiginoso, rápido como suelen ser los de Barruecopardo, que no defraudó a los cientos de personas repartidas a lo largo del recorrido y que a su vez permitió lucirse a las decenas de corredores llegados de toda la provincia.

Venían de una noche larga los vecinos de ´Barrueco´ pero, aun así, la mayoría de ellos se sumaron de buen gusto al pasacalles avivado por las peñas desde primera hora de la mañana. Los metales de la charanga despertando a los más perezosos y alguna copa en la mano para ir cogiendo tono de cara al encierro que inauguraba los festejos taurinos de estas fiestas de septiembre. Algunos que se resistían a salir de la guarida de su peña y todos, sin excepción, buscando un lugar en la sombra para no achicharrarse subido en las talanqueras al rojo vivo. Primero fue el turno para los más pequeños, con un encierro con carretones por triplicado que dejó a más de uno con la lengua fuera. Al instante llegaría el plato fuerte del día, un vistoso encierro con el ganado de Rollanejo que poco más de un minuto tardó en llegar hasta la plaza.