Villarino: Los niños del CRA Arribes realizan un mercadillo de hortalizas producidas en el huerto escolar

Fuente: Lasarribesaldia.es

Los niños del CRA Arribes organizaron este sábado en Villarino de los Aires un mercadillo de hortalizas que han sido producidas con sus propias manos en el huerto escolar, un espacio en el que desde mediados de 2009 trabajan varias horas a la semana bajo la tutela del profesor José Vicente Benéitez.

Tomates, lechugas, pimientos, calabacines, zanahorias o fréjoles, además de otras menos atractivas para el paladar de los niños como endivias o acelgas, son solo una pequeña muestra de la capacidad de producción de esta aula natural, productos algunos de ellos que a lo largo de esta jornada han puesto a la venta para que cualquiera de sus vecinos pueda degustar en la mesa el fruto de su trabajo.

Su producción es totalmente ecológica, por lo que su sabor y textura nada tiene que ver con los transgénicos cada día más habituales en los supermercados de las grandes ciudades.

El principal objetivo de esta iniciativa, que comenzó hace ya cuatro años con la construcción de un gran invernadero, es que los niños adquieran otros conocimientos que no pueden impartirse en las aulas y que a pesar de vivir en un pueblo muchos de ellos no conocían.

De este modo, los escolares han aprendido a reconocer y cultivar productos que habitualmente se ven los supermercados, además de haber contribuido a recuperar algunos ya casi desaparecidos y que son autóctonos de esta zona como las sandías de carne amarilla, fruta a la que se le atribuyen propiedades contra la diabetes, la hipertensión o la impotencia sexual gracias a los aminoácidos de su pulpa

El inicio de todo este proceso comienza en las aulas del CRA Arribes, lugar donde los alumnos adquieren principios teóricos básicos y proceden a la plantación de semilleros para su posterior traslado a cada una de las dos zonas en que se distribuye este gran invernadero. El huerto escolar se divide en dos partes bien diferenciadas, una con productos de secano y otra dotada de riego por goteo.

En estos momentos los escolares han pasado a la siguiente fase del proyecto y que consiste en la realización de talleres para la comercialización de sus productos. El objetivo de esta actividad es que los alumnos sean conscientes de lo que supone el trabajo de la tierra en grupo como interés disciplinar.

En la realización de este huerto escolar contribuyen tanto el Obispado de Salamanca, con la cesión de los 1.500 metros cuadrados en los que se desarrolla el proyecto, como el Ayuntamiento de Villarino, quien además de realizar labores de desbroce y mantenimiento del terreno aportó fondos para la adquisición de materiales y herramientas.

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