El verraco vuelve a su hogar en Lumbrales

Fuente: La Gaceta de Salamanca

Ni se ha escapado por patas ni lo han secuestrado para pedir rescate por sus muslos de granito. Los vecinos que todavía lo andan buscando por las calles de Lumbrales no tienen nada que temer. El verraco que durante décadas y décadas se encontraba en pleno centro del pueblo tan sólo ha desaparecido momentáneamente para ser restaurado de arriba abajo en Salamanca. Eso sí, que nadie espere que regrese algún día a su antiguo hogar. Desde la Diputación han decidido que, una vez limpio y pulido, volverá a su emplazamiento original en el castro de Las Merchanas.

El verraco ocupó su vieja peana al lado de la carretera allá por los años 80, cuando se acordó situarlo frente a la vivienda de la familia García Comerón, propietarios del castro que, de forma desinteresada, decidieron cederlo al Consistorio de Lumbrales. Una vez que las tareas de rehabilitación dentro del programa de ´Castros y verracos´ llegaron a su fin, desde Patrimonio se aconsejó que lo mejor era que el verraco regresara para siempre, cuestión sentimental y de justicia turística, a las tierras de su asentamiento vetón del siglo V antes de Cristo.

Por si esto no fuera suficiente, parece ser que los arqueólogos encontraron hace poco lo que parecían ser las patas de la escultura. Vamos, que el pobre animal, dicen los expertos que un jabalí, se encontraba tan demediado como exiliado. La restauración ordenada por La Salina se encargará de devolverle su aspecto original para así regresarlo a casa por entero.

Y aquellos que vean un vacío muy grande donde antes estaba el verraco, que no se preocupen por ahora. En ese mismo sitio se instalará una escultura moderna, abstracta, que evocará el castro de Las Merchanas. El que difícilmente podrá asimilar la pérdida será el otro verraco de Lumbrales, conocido como ´Burro de la Barrera´, que a partir de ahora penará soledades frente a la Casa de los Condes.

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