La visita al belén del convento de las Madres Agustinas de San Felices de los Gallegos sigue siendo una cita obligada en estas fechas desde hace años. Las dimensiones, la complejidad y la variedad de sus escenas le hacen único en la provincia. La iglesia del Convento de la Pasión, donde está ubicado, recibe cada año más visitas para contemplarlo.
Desde el portal a los últimos pastores, del palacio de Herodes a los campos sembrados de trigo y lentejas, norias y fuegos mecanizados, fuentes y ríos, animales y otras muchas figuras se distribuyen a lo largo de los más de cinco metros de longitud que ocupa este nacimiento que las Hermanas Agustinas recrean con mimo e ilusión cada año.
El belén puede visitarse de cinco y media a seis y media de la tarde, o en cualquier otro horario llamando a la puerta del convento. Allí podrán adquirir también, si lo desean, alguno de los productos –repelaos, perronillas, mantecadas, obleas, hojaldres…– que elaboran las monjas de manera artesanal.
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