Con el tradicional entierro de la sardina, los vecinos de Villarino de los Aires ponían fin este miércoles a las celebraciones del carnaval, programa que ha tenido como principales protagonistas a los más pequeños y en el que han podido disfrutar de una fiesta de disfraces, un taller de manualidades y hasta un cuentacuentos en la Biblioteca municipal.
El último de los actos, ahora dirigido a los adultos, principalmente, era ese peculiar entierro de la sardina en el que -en su mayoría- vestidos de riguroso luto, los vecinos se rendían a esta figura que acabaría incinerada en la lumbre que presidía la plaza del pueblo. El broche a este tradicional momento llegaría con una sardinada pagada a escote por cada uno de los asistentes, a razón de tres euros por persona.
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