Fuente: Lasarribesaldia.es 2013-02-28

Desde este jueves, último día de febrero, el conjunto arquitectónico de la iglesia parroquial de El Salvador abre un nuevo capítulo de su historia. Su torre, de sillería y fechada en el siglo XV, cuya construcción se atribuye a la saga de canteros de Los Hinestrosa, exhibe desde hoy cuatro nuevas campanas que sustituyen a sus originales en su forma, que no en su contenido, porque para su fabricación se ha reutilizado el material que hace seis siglos dio vida al campanario de la iglesia.

A diferencia de lo que sucede con otras obras llevadas a cabo en este templo a lo largo del siglo decimonónico, y que recoge en su libro Historia de Guadramiro el historiador Ramón Grande del Brío, no se ha podido confirmar dato alguno que atestigüe una sustitución anterior de las campanas de la torre, lo que induce a pensar que las cuatro campanas que hace año y medio eran extraídas del campanario para su sustitución, fueron testigo de la historia de esta localidad en sus últimos seis siglos. Ni en estas ni en la que aún permanece inmortal bajo uno de los arcos de la torre, aparece fecha alguna grabada sobre su construcción, una circunstancia tal vez consecuencia de la erosión por el paso de los siglos, por lo que no cabe otra cosa que sostener que se trata de las campanas originales tras la construcción del templo.  

Si no su cuerpo, será el alma de estas cuatro campanas el que continúe haciendo de vigía de los guadramirenses, pues su fundición de bronce da forma ahora a los nuevos cuerpos que con su tañer advertirán de misas y otros acontecimientos religiosos a sus vecinos.

Llegadas desde Aldeamayor de San Martín, de la provincia de Valladolid, donde la empresa Escultores de Bronce ha procedido a su nueva construcción, una a una eran subidas a la torre, de 25 metros de altura, mediante un camión pluma de la empresa Estructuras Metálicas Alvigar. En primer lugar lo hacían  las dos más pequeñas, de entre 50 y 10 kilos de peso, seguidamente era la campana mediana de unos 150 kilos, y, por último, la campana de mayor tamaño, de unos 400 kilos de peso.

Tras esta primer trabajo, la empresa vallisoletana procederá a lo largo de hoy y mañana viernes a su colocación en cada arco de la torre, una obra a la que se sumará la iluminación y el control electrónico. El coste total de esta actuación será de 13.000 euros, según manifestó el alcalde de la localidad, Juan María Moro, y su financiación ha sido posible gracias al acuerdo de colaboración alcanzado entre el Ayuntamiento, la Parroquia y la Cofradía de San Cristóbal, entidad esta última que ha venido demostrando en los últimos años su interés por la conservación del Patrimonio artístico y arquitectónico de Guadramiro, cuna de nobles durante el Antiguo Régimen como atestiguan varios escudos heráldicos sobre algunas de sus fachadas, siendo el linaje del marqués de Castellanos el más prominente.