En total, 43 voluntarios han disfrutado de los dos turnos de quince días que se han celebrado a lo largo de los meses de julio y agosto.  Tras la finalización de una cabaña construida con balas de paja durante las ediciones anteriores, este año se prevé inaugurar un water seco levantado con madera y adobe reutilizado. 

Los jóvenes voluntarios, con edades de entre los 18 y los 30 años, proceden de 10 países diferentes como Corea del Sur, Rusia, Sebia o Turquía, aunque también hay jóvenes de provincias españolas. 

Los trabajos en los Territorios del Juego se desarrollan por la mañana entre las 9 y las 13 h. y están dirigidos por un experto en bioconstrucción.  Tras la finalización de la jornada matinal, los voluntarios participan en actividades ligadas a la vida en Monleras así como en los talleres y programaciones culturales del pueblo.  Los Arribes del Duero, la Sierra de Francia o la capital salmantina han sido también destino de los voluntarios que, en la mayoría de los casos, se han inscrito en el campo con el interés en conocer la vida y costumbres del mundo rural de Castilla y León.