A las 10:30 h. los casi trescientos participantes inscritos partían desde la plaza de Hinojosa hacia la ermita del Cristo, acompañados por un grupo de caballistas, seguian por el camino que pasa por la fuente del Obispo. Tras tomar el sendero, los caminantes siguieron la antigua via del tren desde la cual ya se divisaban vistas del Duero y la presa de Saucelle, con el imponente ´Penedo Durao´ en el frente. Los participantes llegaron hasta el mirador del Contrabando, donde fueron obsequiados con una botella de agua y una pieza de fruta, para reponer fuerzas para proseguir dirección a la Peña la Vela, para emprender el vertiginoso descenso hasta la orilla del gran río y remontar así su cauce para presenciar antiguas acequias de molinos y chozos de pescadores.

Ya casi a nivel del río Duero, que imponía su corriente debido al cauce abundante que aglutina ya la desembocadura del río Huebra en las inmediaciones un poco más arriba. Así hasta llegar a la carretera que une Hinojosa de Duero con el Salto de Saucelle y llegar al complejo turistico Aldeaduero, donde el ayuntamiento de Hinojosa había preparado los exquisitos productos hinojoseros, pues además de su afamado queso, destacan los embutidos y un hornazo elaborado al más puro estilo tradicional. Tras la comida, varios fueron los que se animaron a bailar al son de la flauta y tamboríl de Javi de Cabeza del Caballo.