Fuente: La Gaceta de Salamanca 2011-07-09

San Cristóbal nunca se cansa. Igual puede llevar al Niño Jesús sobre sus hombros que cargar año tras año con la rendida admiración de los vecinos de Guadramiro. Su patrón es fuerte, grande, enorme, casi tres metros que mide la imagen, y a su lado todos saben que la senda tiene que discurrir por buen camino. San Cristóbal es el protector de los conductores y en Guadramiro, más que en cualquier otro sitio, nunca deja un coche por bendecir.

Primero tocaba celebrar la santa misa, como siempre a rebosar la ermita de San Cristóbal en esta fecha, cantando en coro dulcemente las mujeres. Tras cerca de una hora de eucaristía, salieron todos a la calle con el cura don Ángel al frente dispuesto a regar con agua bendita, uno por uno, la fila de cientos de coches que se perdía en lontananza por los caminos del pueblo. Junto a él marchaba portando la vara Juan Andrés Calderón, el mayordomo saliente de la Cofradía de San Cristóbal y uno de los 38 que forman parte de esta institución tan arraigada.