El mejor oro líquido, en Las Arribes

Fuente: Tribuna.net

El sector del aceite en la provincia está de enhorabuena y arroja unos resultados muy positivos tanto en producción como en calidad. De hecho, el rendimiento de las almazaras de la provincia en el año 2010 fue 1,5 millones de kilogramos mayor que el de un año antes, 2009. Así, las seis almazaras principales de la provincia trataron más de 3,6 millones de kilogramos de aceitunas por los 2,1 millones del ejercicio 2009.

Por almazaras, la de Aldeadávila pasó de molturar 365.000 kilos en 2009 a los más de un millón de la pasada campaña; algo similar ocurrió en la de Villarino, que pasó de los 22.000 kilogramos de 2009 a los 150.000 de 2010, o la de Ahigal de los Aceiteros, que se inauguró en 2010 y fue la primera campaña que molturó aceite, con un total de 370.000 kilogramos.

Por su parte, las aceiterías de las Arribes recibieron más de 1,5 millones de kilos, por los 387.000 del ejercicio 2009, diferencia que señala la buena producción de los olivos en esta zona. Y también aumentaron los rendimientos en la zona de la Sierra, con 1,2 millones, 300.000 kilogramos más que en 2009.

Segunda mejor marca en seis años
Los más de 3,6 millones de kilogramos de producción de aceituna en la provincia se convierten en el segundo mejor registro en el análisis de los rendimientos desde el año 2005, solo superados por el ejercicio 2006, cuando el nivel alcanzó casi los 4 millones de kilogramos en una campaña excelente para los olivareros.

No obstante, en los últimos seis años, el rendimiento de los olivos se ha caracterizado por los odiados ‘dientes de sierra’, con una irregularidad que los datos no dejan lugar a dudas. Así, en 2005 las almazaras recibieron poco más de 2 millones de kilos; en 2006, casi 4 millones; en 2007 descendió brutalmente hasta los 1,4 millones; un año más tarde, en 2008 aumentó hasta los 2,3 millones para mantenerse en 2009 en 2,1; finalmente, en 2010 cotizó de nuevo al alza hasta los más de 3,6 millones de kilos.

Calidad garantizada
Si la producción ha sido buena, qué decir de la calidad. Para muestra, un botón. La almazara de Ahigal de los Aceiteros, estrenada para la pasada campaña y que pronto producirá todo en ecológico, analizó la calidad del producto y alcanzó el nivel del mejor Virgen Extra, para satisfacción de los olivareros.

Tampoco hay que olvida el proyecto de creación de la planta de transformación del ‘alpechín’ para usar los residuos del aceite como abono orgánico para el olivar u otros usos así como el desarrollo e impulso de un sector que estaba olvidado y que ha vuelto a la vida.

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