Fuente: La Gaceta de Salamanca 2012-01-04

De rosa ven la vida en ´El Danubio´ de Barruecopardo. El bar que se llevó uno de los premios de ´El Gordo´ de Navidad y que ya hace tres años repartió seis millones de euros en otro sorteo de la lotería, se ha visto desbordado por un aluvión de llamadas que no cesan de pedirles décimos bañados en las aguas de su barra para el próximo sorteo de ´El Niño´. Un total de mil décimos son los que ha vendido y que se han agotado a dos días de que se entregue la lotería de los Reyes Magos.

El dueño del establecimiento, Manuel José Fernández, asegura que los décimos han volado en poco tiempo. Solicitados a una administración de Peñaranda, regentada por una chica de Lumbrales, las mil participaciones se han repartido entre los vecinos de la comarca y también entre muchos otros, llegados de Madrid o Barcelona, que durante estos días se han acercado a pasar las fiestas de Navidad. Sobre si pedirán otros mil décimos a Peñaranda antes del día del sorteo, Manuel deja claro que ´no hay tiempo para traer más´.

´El Danubio´ de Barruecopardo ya fue bendecido por la suerte un mes de agosto de hace tres años, cuando entregó seis millones de euros entre sus vecinos. Manuel dice que en esta ocasión las peticiones de décimos han sido mucho mayores que por aquel entonces, entre otras cosas, por la repercusión mediática del sorteo de Navidad. De aquel premio el dueño del bar no se llevó nada, algo que compensó en parte con el último ´Gordo´. De todas formas, dice Manuel que aquello no le afectó, todo lo contrario que el robo que padeció en su casa hace once años y del que todavía no ha podido olvidarse: ´Lo pasé muy mal, el último premio me ayudará pero cada día me acuerdo de aquel robo´.

Y si alguno pensaba que Manuel, después de embolsarse los 400.000 euros de ´El Gordo´, iba a dejar ´El Danubio´, anda muy equivocado. ´Seguiremos en el bar, aquí estoy muy bien, entre mi gente´, dice el dueño. Así que habrá Danubio por muchos años en Barruecopardo, repartiendo cañas y suerte. Quizá no suenen aquí los valses pero sí la letanía de los niños de San Ildefonso.