Un centenar de vecinos de Aldeadávila conmemora la festividad de San Antón

Fuente: La Gaceta de Salamanca

Como un arca de Noé que se repite cada mes de enero. Todo lo que corre, nada y vuela por Aldeadávila tiene que ser bendecido por San Antón. Un domingo en el que prácticamente no hay huecos en la iglesia es el día señalado por todos para llevar a sus animales de compañía a la plaza. Una vez allí, entre ladridos, mugidos y algún que otro gorjeo, recibirán junto a sus dueños la protección del santo. Al igual que sucede con "La Bufa" celebrada el sábado, el día de San Antón ha regresado al calendario de Aldeadávila de la Ribera después de muchos años de ausencia. Gracias al trabajo tenaz de muchos vecinos empeñados en mantener la tradición y también al apoyo del Ayuntamiento, San Antón ha logrado sobreponerse a las tentaciones del olvido y resurgir en Las Arribes como en aquellos tiempos de jera en que sin los animales no había pan nuestro de cada día. La jornada de este domingo en Aldeadávila comenzó con la misa celebrada pasada la una de la tarde. Después de los oficios en el templo, fue el momento de celebrar la procesión con la imagen del santo por las calles de los alrededores. Al frente del cortejo, ocupando el lugar que se merecen en este día, marchaban dos burros enjaezados con multitud de flores y su lomo de punta en blanco. Tras llegar a su término la procesión, los ladridos se entremezclaban con las órdenes de los amos a la espera de que el párroco comenzase a bendecir a todos los animales de la plaza. Y así, con el agua bendita, fueron calmándose los de cuatro patas acariciados por mano de santo.

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